Cuando todo lo guardas,
no sabes dónde encontrar tu lugar.
O quizás sí,
pero solo cuando el silencio
está contigo.
Y así,
escuchas el viento acariciando los toldos del los edificios;
a la ciudad en plena virtud de la vida,
o a la simple naturaleza con el cantar de un pájaro.
Apreciando la realidad,
viendo al mundo en su ser...
Me produce ilusión
a la vez que un vacío.
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