El tiempo pasa pero el recuerdo sigue.
Y ese recuerdo me atormenta... no me lo perdono.
Lo intento dejar atrás.
pero me sigue.
La tristeza me sucumbe,
o más bien, es la añoranza hacia ti.
Pero no son más que sentimientos ocultos
y de eso no podemos huir.
¿Cuánto daño nos han echo
y cuánto daño hemos echo?
Esto solo me hace esconderme en un yo interior,
en un yo profundo.
Y ahora mi mayor temor
es convertirme en lo que huyo,
en convertirme en mi miedo.